Volvemos a contar con los expertos del centro Itramed de Logroño, para conocer algo más en profundidad los esguinces de rodilla y tobillo en la práctica deportiva de nuestros hijos.

Los niños tiene incluidas las actividades deportivas dentro del colegio, y en ocasiones como actividad extraescolar. Muchas son las opciones de actividades deportivas que realizan baloncesto, fútbol, voley, balonmano, tenis, etc. Y toda ellas implican una actividad vigorosa con saltos, giros, carrera, dribling, pivotes…

De forma habitual los niños sufren caídas y golpes de los cuales se recuperan sin ningún problema, todo lo contrario a si lo sufriéramos nosotros.

Muchas son las ocasiones en las que sufren esguinces, de forma más frecuente en tobillos y rodillas. Un esguince a nivel fisiológico es una distensión de los ligamentos que sujetan la articulación provocada por un movimiento brusco o forzado.

Los niños tienen una mayor capacidad de regeneración y curación de los tejidos en comparativa a los adultos, por lo que la mayoría de veces son capaces de olvidar esa pequeña lesión pasadas unas semanas.

Cuando un niño sufre un esguince y tras unas semanas continua con molestias, hinchazón y limitación para la realización de aquella actividad deportiva que realizaba, es cuando nos tenemos que preocupar y hacer que un especialista valore a nuestro hijo.

ESGUINCES DE TOBILLO

El esguince de tobillo es definido como una lesión aguda producida por la distensión de los ligamentos de la articulación o la cápsula articular.

El tobillo es con más frecuencia la articulación que más se torsiona o sufre un esguince

Los ligamentos que rodean la articulación del tobillo aportan una estabilidad o «sujección» articular, favoreciendo un movimiento lineal de la articulación y evitando microtraumatismos o «traqueteo articular».

Cuando un esguince agudo pasa a convertirse en un esguince frecuente en la misma articulación se convierte en un esguince crónico. Esto de forma habitual ocurre porque los ligamentos que han sido dañados en varias ocasiones y su capacidad de tensión se ha perdido, por lo que la articulación se vuelve más laxa e inestable.

El niño de forma habitual suele quejarse de dolor o molestias tras realizar actividad deportiva en ese tobillo.

Y, ¿es bueno que el niño tenga la costumbre de doblar lateralmente los tobillos cuando está descansando o de pie? Sabemos que en esta posición se favorece la distensión de los ligamentos laterales del tobillo, lo cual contribuye a que la propiedad de sujeción que tienen los ligamentos la pierdan al tener mayor laxitud esos ligamentos y favorezcamos la aparición de nuevos esguinces.

¿Se puede recuperar la capacidad de sujeción de esos ligamentos favoreciendo la estabilidad del tobillo y disminuyendo la posibilidad de sufrir esguinces? En estos casos en los que el tobillo se encuentra muy laxo y el niño sufre esguinces con gran frecuencia en la misma articulación, el tratamiento que realizamos consiste en retensar los ligamentos mediante inyecciones ecoguiadas de una sustancia farmacológica que provoca una retracción fisiológica de los ligamentos dañados, sin necesidad de cirugía y en tres sesiones.

ESGUINCES DE RODILLA

Los esguinces de rodilla en niños están provocados por traumatismos de forma más frecuente en deportes de contacto tipo fútbol, baloncesto o balonmano, o en forma de torsiones, como en el tenis, padel o voley. De forma habitual un esguince de rodilla en un niño de una semana de evolución con dolor e incapacidad de realizar la actividad deportiva habitual es motivo de valoración por un especialista.

Es frecuente la historia de un niño o adolescente que sufre una lesión de rodilla realizando su actividad deportiva y pasa desapercibida como “un esguince de rodilla”. Dicha lesión ocasiona una rodilla inestable que en los meses y años sucesivos, mientras termina el crecimiento, va provocando episodios de inestabilidad de la rodilla que con el tiempo origina el aumento de las lesiones en dicha rodilla (lesiones en los meniscos y lesiones a nivel de la superficie del cartílago). La capacidad de recuperación y de reparación de estas estructuras es mucho más difícil que si se hubiera evitado con un diagnóstico y tratamiento temprano para solucionar el problema de la inestabilidad.

Tradicionalmente se sostenía la creencia de que cuando un niño o adolescente, que todavía no había terminado su crecimiento, sufría una lesión de rodilla, la mejor opción era esperar a que terminase el crecimiento y alcanzar la madurez esquelética para así realizar una técnica propia de los adultos. Sin embargo, en los últimos años los estudios han demostrado y han puesto de manifiesto el hecho de que dejar sin reparar una rodilla lesionada en una persona en crecimiento conlleva un número de lesiones posteriores mayor que en los casos en los que se realiza un tratamiento temprano de dichas lesiones.

En estos casos es de máxima importancia un diagnóstico precoz y rápido de las diversas lesiones que se producen en la rodilla, dado que esto nos va a permitir un tratamiento adecuado, un mejor resultado y una recuperación más rápida.

Si existe una lesión de ligamentos, ¿cómo se trata?

De forma inicial hace falta conocer cuál es el grado de lesión de los ligamentos, de tal forma que puede encontrarse una rotura completa, parcial o distensión. Tras haber concretado en qué situación se encuentran los ligamento siempre se intenta realizar tratamientos más conservadores si es posible.

En el caso de existir una distensión de ligamentos o rotura parcial el tratamiento consiste en el retensado de los ligamentos mediante inyecciones ecoguiadas de una sustancia farmacológica que provoca una retracción fisiológica de los ligamentos dañados, sin necesidad de cirugía y en tres sesiones. El procedimiento se realiza in cirugía ni hospitalización.

En el caso de existir una rotura completa de algún ligamento la indicación es la reparación quirúrgica del mismo, intentando en primer lugar realizar un anclaje del mismo ligamento roto en su parte más proximal y sino sustituyendo el ligamento. Este procedimiento si que necesita de cirugía artroscópica e ingreso.

¿A partir de qué edad se puede operar una lesión de ligamentos de la rodilla?

Tal como hemos comentado anteriormente, la edad no es el problema, lo importante es elegir el tratamiento adecuado a realizar y adaptarlo a la edad del paciente. Lo realmente importante es estabilizar esa rodilla inestable lo antes posible para prevenir y evitar que se produzcan nuevas lesiones sobre el resto de estructuras de la rodilla.

Resulta francamente imposible intentar restringir la actividad después de una lesión a un niño o adolescente en unas edades en las que lo que más desean es tener una actividad física intensa y estar habitualmente implicados en actividades deportivas de impacto como fútbol, baloncesto, balonmano u otras actividades deportivas de menos impacto pero que suponen movimientos de giro para la rodilla, como la mayor parte de los deportes de raqueta.

Si lo que se lesiona son los meniscos, ¿La técnica a utilizar depende también de la edad del paciente?

En los pacientes más jóvenes la rotura de los meniscos suele ser secundaria a un traumatismo y en ellos la capacidad de cicatrización de los tejidos es mayor que en los adultos. Por eso siempre se deberá intentar la reparación de los meniscos aún cuando técnicamente sea más difícil que el hecho de recortar o resecar un trozo de menisco.